El representante del fútbol de toda una provincia se convertía en el primer campeón del Interior del Nacional B. La histórica edición inaugural había coronado a Deportivo Armenio. A aquella penúltima fecha, la 41ª de un largo certamen anual de 42 jornadas sabatinas, llegaba el puntero del torneo y su escolta: Mandiyú con un empate se garantizaba el título de campeón y Quilmes buscaba derrotarlo para destronarlo en la recta final por el trofeo de la segunda división argentina.
El viejo estadio "cervecero" de Guido y Sarmiento se mostró completamente colmado por una mayoría local, pero una gran convocatoria de simpatizantes del Albo correntino. Al cabo de un partido jugado con mucho nervio y de bastante roce, que dejó tres expulsados por bando, y muy poco fútbol, el marcador quedó inalterado, 0 a 0, luego de un pitazo final que se hizo esperar por parte del árbitro Ricardo Calabria.
Esa histórica jornada el director técnico Juan Manuel Guerra mandó a la cancha a Roberto Medrán; Oscar Urbina, Domingo Cáceres, Pedro Barrios, y Daniel Martínez Tapi; José Basualdo, Elio Rodríguez, Horacio Attadia (luego sustituido por Aníbal Marrero); Adolfino Cañete; Sergio Oddine y Daniel Rodríguez. Nombres que quedaron estampados en fibra de algodón dorado en la vida deportiva de Mandiyú y de toda una provincia, que treinta años atrás, y en especial en la ciudad de Corrientes, tomaba por asalto las calles y el paseo de la Costanera para celebrar aquel título y ascenso al círculo más alto del fútbol argentino.
Nota: Diario El Litoral
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