La correntina viajará este año en el plantel oficial de la Selección Argentina, categoría +35, para conquistar el triunfo con el equipo en suelo inglés, en el tan esperado Mundial de Hockey Master Nottingham 2022. Se trata de “Estelita” Ayala, de 37 años, quien es abogada, mediadora y profesora universitaria, y como también lo demostró, una apasionada incansable del deporte que hoy toca este sueño albiceleste con las puntas de los dedos.
"Estoy que desbordo de alegría", fue lo primero que dijo la jugadora del club deportivo Jaguareté desde una emoción profunda, al hablar con El Diario El Libertador. "En su momento me inscribí por si llegaba a quedar, pero no me lo esperaba. Somos solamente dos chicas del Interior, y por Corrientes estoy yo solamente, es increíble", compartió. "Estoy muy feliz de tener esta oportunidad. Todo lo que uno sueña desde la infancia, lo que sea, siempre se pone la camiseta argentina, siempre somos del seleccionado. Siempre somos Messi, somos Lucha Aymar. La Selección es algo a lo que aspiramos todos", expresó.
- ¿Cómo llegó esta oportunidad de jugar un Mundial y qué significa para vos?
En diciembre de 2019, surgió una convocatoria a través de redes para jugadoras con más de 35 años que quisieran sumarse al Seleccionado y se tenía que pagar una membresía a Master Hockey. Hicieron un par de pruebas en febrero de 2020, pero vino la pandemia y se suspendieron los entrenamientos presenciales. Se siguieron por Zoom o las rutinas en formato Word para que cada una hiciera donde se encontraba. Había chicas de San Luis, Santa Fe, y yo de Corrientes. A fines del 2020, empecé a ir a los entrenamientos en Buenos Aires, donde hacían jugar contra equipos de primera de Buenos Aires. Fui para probar y ver si estaba la posibilidad de quedar o no. El "no" ya lo teníamos, así que teníamos que ir por el "sí".
- ¿Cómo es el resto del equipo? ¿Tenes alguna anécdota para compartir?
Es muy bueno el plantel, me recibieron bien en todo momento y me hicieron un par de pruebas tiempo, por kilómetro, en varias posiciones durante los partidos. Como anécdota que, en plena pandemia, teníamos que salir a correr cierta cantidad de kilómetros, y yo tenía que hacerlo a la siesta, sola, cosa que no haya nadie. Hubo un caso en Buenos Aires de una chica del equipo que salió en plena pandemia para cumplir con los ejercicios y la llevaron los policías. No fue presa, la detuvieron un rato para explicarle que estaba prohibida la circulación. Pero necesitábamos hacer nuestros ejercicios y mandar los registros.
- ¿Cuál es el mayor obstáculo con el que dirías que te encontraste?
El mayor obstáculo tiene que ver con la parte económica. Por ejemplo, en el Seleccionado, son las mismas jugadoras las que pagan sus uniformes, sus pasajes, sus membresía. No contamos con ningún sponsor, así que realizamos distintas actividades, yo conseguí otro trabajo a la noche. Siempre es un obstáculo la parte económica. Y ahora que hay que ir a jugar al exterior, no podemos usar tarjeta de crédito en cuotas, todo se nos habilita en un solo pago. No podemos hacer transferencias, debemos buscar alguien de afuera que realicen los pagos para las reservas.
- ¿En qué o en quiénes encontraste tu fortaleza estos años?
- Mi fortaleza es mi familia, siempre me estuvieron apoyando en todo momento en el deporte. Mi mamá Marilin, mis hermanas Gaby y Analía, y mis hermanos Daniel y Luis. Los primeros que me compran las rifas y el arroz con pollo. Mi novio Sebastián Rodríguez que siempre me acompañó a las canchas, los partidos, los entrenamientos. Mi club Jaguareté, que me apoyó en todo momento para ser parte del plantel. Tuve dos preparadores físicos que me ayudaban a entrenar a través de Zoom o en las plazas de los barrios, porque los gimnasios estaban cerrados: Lucas Ramírez y Zoe Silva. Ellos son preparadores de equipos de acá en Hockey, y fueron los primeros que me ayudaron con los entrenamientos que mandaban desde la Selección.
¿Qué pensás de ganar y perder? ¿Qué aprendiste desde el deporte?
Son las dos posibilidades que se tiene. Obvio que uno busca ganar siempre, superarse, mejorar en la competencia. Y si se pierde, hay que empezar de vuelta, es una competencia y hay que mejorar para superar al rival. Una vez terminado el partido, hay que entrenar de nuevo para superarse.
- ¿Y cuál es tu mensaje para quienes también lo intentan como deportistas y parece que llegar a la meta cuesta tanto?
En mi caso, desde esta edad que somos pocas las que seguimos jugando, decirles que lo sigan intentando. En algún momento llega la oportunidad para cada uno. Lo mismo si perdemos una competencia, un partido o algún desafío, no hay que bajonearse. Hay que levantar la cabeza, empezar de vuelta, tratar de mejorar para el siguiente partido y la competencia, más que nada, nos motiva la competencia con el rival. Seguir intentando, no dejar nunca de practicar.
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