Ramón Domingo "Mingo" Centurión dialogó con República de Corrientes sobre los incidentes en la final del domingo, que ganaba Mandiyú 1-0 y fue suspendida por la batalla campal entre jugadores, ayudantes y algunos simpatizantes, y ahora está en manos del Tribunal de Disciplina.
"El árbitro, a mi criterio, tuvo una buena actuación más allá de que nos anuló dos goles que para él fueron posición adelantada y nos expulsó un jugador. Pero, dentro de todo, no cobró cosas tan evidentes como contra Rivadavia. Faltaban dos minutos del adicional", arrancó Mingo.
Todo se inició con la protesta de los jugadores de Ferroviario ante un posible penal sobre Hernán Valenzuela. "Acá nos conocemos todos, sabemos los jugadores que fabrican penales, que se tiran a la pileta. El réferi no compró que el jugador se tira y -como era prácticamente la última jugada- todos los jugadores le llegaron".
En su narración, dijo que su capitán, Maximiliano Brunetti, "jugó 8 años en Ferro, es amigo de todos, y fue porque –según él– estaban empujándole (al juez), pecheándole entre el montón y el arquero (Vallejos) le pegó dos o tres patadas al réferi. Entonces le dijo que no haga eso porque le iban a sancionar duro y cuando le dijo eso le pegó una piña. Justo llegaba el otro Brunetti (Emiliano) y le pegó otra, y se armó todo".
También cargó contra las autoridades del Tren Verde, ya que "es hora de que la gente que está a cargo del club cambie la cabeza. No entiendo cómo un preparador físico y el técnico andan a las trompadas en lugar de tranquilizar. Algo está mal: por qué yo pude entrar a la cancha y sacar a la mayor cantidad de jugadores, y del otro lado andaban a las piñas", se preguntó.
"Ahora se levantan muchos comentarios, inclusive dicen que se va a jugar de vuelta el partido y eso es una pavada", agregó, y también "la Liga tiene que hacer autocrítica y así se avanza. Debe hacerla. Yo sé qué le pasó al arquero de Ferro (Vallejos), lo conozco y sé que nunca hizo algo así, pero ya está. La fiesta se opacó, había entrega de premios, fuegos artificiales y eso quedó en la nada, pero el título es de Mandiyú y nadie le puede sacar. Eso es lo que ocurrió, pero que el árbol no tape el bosque, fue un espectáculo hermoso, fue mucha familia a ver el partido y eso es lo que hay que rescatar".
"Descansamos esta semana y el lunes arrancamos con el armado del equipo para el Provincial, que se juega desde el 23 de enero. Voy a necesitar sumar jugadores para hacer un plantel más largo, llegamos muy con lo justo". "Hay que ir de poco y no prometer nada de lo que no se pueda cumplir. Yo tengo el sueño intacto de que Mandiyú esté en lo más alto, armar un equipo competitivo y trabajar duro para la gente", agregó.
Nota: Diario La República de Corrientes
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