Con la incertidumbre de lo que sucederá con el fútbol en la Argentina y la decisión que se tomará acerca del torneo Federal A, los dirigentes de las categorías de ascenso hacen malabares para achicar gastos y evitar que sus clubes se fundan. En esa tarea está Boca Unidos, que busca acordar el pago salarial a los futbolistas que se les vence el contrato a fines de junio, para ir cerrando también las erogaciones fijas que significa mantener a un plantel semiprofesional.
“Estamos hablando con todos para buscar llegar a un acuerdo. Con muchos continuaremos conversando la semana que viene. Salvo el caso de (Matías) Sarulyte, al día de hoy no tenemos otra baja” en el plantel, confió el presidente del club de la ribera, Marcelo Insaurralde. La Asociación del Fútbol Argentino y el Consejo Federal dieron por terminada la temporada para la Copa de la Superliga de Primera División y el resto de las categorías del ascenso; al tiempo que se eliminaron los descensos, hay una firme determinación de que los ascensos se logren en la cancha.
Sobre este último punto hay muchos grises. En el caso del Federal A, restan 7 fechas para culminar la etapa clasificatoria y luego vendrían los hexagonales en cada una de las zonas para determinar los dos ascensos directos a la Primera Nacional. En cuestión de plazos, alrededor de tres meses de competencia, aproximadamente. Otras versiones se inclinan por la disputa de partidos eliminatorios (ida y vuelta) entre los mejores 4 u 8 de cada zona. Ese sistema es cuestionado por varios clubes, dado que en el caso del Federal A, hay equipos que cuentan con la ventaja de haber jugado más partidos que otros, porque en todas las jornadas hay uno que queda libre. No obstante, todo está por verse y supeditado al tiempo de regreso del fútbol.
El dirigente señaló que “dependiendo de qué pasará con el torneo se verá con los jugadores de experiencia qué decisión se va a ir tomando”, aunque reconoció que por la situación económica que se atraviesa “es muy difícil renovar el contrato a los jugadores grandes”, afirmando que, “de los vínculos que terminan en junio, los juveniles son la prioridad”. Precisamente, a la mayoría de los jugadores experimentados se les vence el contrato dentro de poco más de un mes, con excepción de Antonio Medina y Miguel Caneo. Con el ex Quilmes se busca llegar a un acuerdo para rescindir el acuerdo, mientras que el “Tony” es uno de los históricos en los que se asentará la refundación del equipo.
Otros que tienen mucha chance de seguir el mismo camino son Leonardo Baroni y Martín Fabro. “Ellos manifestaron la firme decisión de continuar en Corrientes y eso les abre una puerta”, declaró Insaurralde. De otros dos históricos, como Cristian Núñez y Rolando Ricardone, no hay precisiones acerca de si continuarán jugando, aunque sí una decisión muy clara de la dirigencia para que sigan ligados a Boca Unidos, de uno u otro modo.
El 30 de junio también se vencen los préstamos de Germán Herrera (Almagro), Gonzalo Ríos (Central Norte) y Marcelo Ortíz (Atlético Tucumán), quienes deberían regresar a Boca Unidos, aunque el defensor tiene la expectativa de seguir jugando en primera con el Decano. “Tenemos que recalcular para ver cómo se puede armar un equipo. Esta situación por la que estamos atravesando será una buena oportunidad para que los juveniles del club puedan demostrar sus condiciones”, indicó.
La misma incertidumbre que hay con respecto a la vuelta del fútbol y los futbolistas, pasa con el cuerpo técnico encabezado por Claudio Marini. “Con Marini se había acordado que iba a trabajar en el club hasta el último partido que el equipo dispute del torneo Federal A de esta temporada. Con esto que está pasando, en el caso de que se reanude en el año la participación de Boca Unidos en el campeonato, el técnico tendrá la prioridad para retornar a la conducción del plantel”, declaró Insaurralde.
El presidente agregó que “estamos hablando constantemente, hay una excelente relación. Tanto Marini como su cuerpo técnico son muy buenas personas”. Por ahora, Boca Unidos busca ordenar las cuentas y reducir los egresos. “Cerrar el tema de los alquileres es otra de las prioridades que tenemos, porque genera un gasto importante”, expresó.
Muy lejano quedó el 13 de marzo, fecha en que Boca Unidos jugó su último partido por el Federal A, cuando recibió a Central Norte de Salta (1-1) por la 23ª jornada del certamen, partido que ya se jugó “a puertas cerradas” siguiendo las medidas de prevención dispuestas por la pandemia de coronavirus. Un día después se determinó “parar la pelota”.
El panorama está lejos de aclararse. Por eso Insaurralde afirma que “todas las decisiones se toman desde el punto de vista económico para resguardar al club”, y “todavía todo es incierto y está por verse”. Mientras tanto, Boca Unidos busca capear el temporal para estar en condiciones de competir una vez que el fútbol sea autorizado a volver.
Nota: Rubén Poletti (Diario El Litoral)
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