Julieta Tell (26), cuyo puesto es de base, aunque también puede jugar de escolta, nació en Córdoba, aunque de niña fue a vivir a La Rioja, tierra natal de su madre. Sus primeros pasos en el básquetbol, los dio a los diez años, en el Club Amancay, jugando mixto hasta los 13. A los quince años, empezó a tutearse con las rutas del país, y su primer destino fue Catamarca, para jugar con Red Star, adonde viajaba periódicamente, a distintos torneos con la mencionada divisa, puesto que sus objetivos era tener continuidad en las competencias, llegando inclusive a disputar el primer Torneo Federal con las “Estrelladas”.
A los 23 años, su destino fue Mendoza, donde integró el equipo de Banco Mendoza en 2016, que disputó el Torneo Federal. No se quedaría allí, y tocó la Estación Santiago del Estero, para vestir los colores de Quimsa, para la primera edición de la LFB en 2017.
En 2018, vuelve a su “hogar” adoptivo, para alistarse en Las Heras Mendoza Básquet y disputar la LFB, para luego recalar en Monmatre de Catamarca, y disputar el TFB de la CABB. Pero no todo terminaría allí puesto que cerraría el año, defendiendo la casaca de la “Borravino” siendo campeona en el Argentino de Selecciones de la CABB, disputado en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
En 2019, “Juli”, siempre en Mendoza, jugó para Gimnasia y Esgrima, siendo campeona. Su última estación, trascendió las fronteras del país, fue a Bolivia, donde en la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobasket), fue parte del plantel del club Deportivo Peñarol de Quillacollo.
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