Boca Unidos cambió al técnico a mitad de temporada y con el equipo ubicado en puestos de clasificación. Pesó la cuestionada forma de trabajo del DT y el rendimiento de mayor a menor que exhibió el aurirrojo, y que se quiere enderezar a tiempo para pelear por el ascenso.
Para muchos fue sorpresa, para otros no tanto. La decisión de la dirigencia de Boca Unidos de cambiar de timonel en medio del río, y a mitad de la competencia, generó una serie de controversias, a favor y en contra de lo resuelto.
El club decidió prescindir de los servicios del director técnico, Daniel Teglia, una fecha antes de que finalice la primera parte del torneo Federal A, tras la derrota sufrida en condición de visitante frente a Defensores de Pronunciamiento, a pesar de que el equipo se encontraba en puesto de clasificación para la etapa final del certamen.
El conjunto aurirrojo declinó ostensiblemente su rendimiento futbolístico. Perdió cuatro partidos consecutivos de visitante, en los que recibió 13 goles, y sólo marcó 4. Tan cierto como que los dirigentes, alertados desde mucho antes por algunos futbolistas, comenzaron a objetar la forma de trabajo del cuerpo técnico.
Mientras los vientos eran favorables, se extendió la cuerda de Teglia. Pero una vez que los resultados dejaron de acompañar, se resolvió cortar con el ciclo del técnico. Para colmo, en el último partido del año, ya con Roberto Marioni como DT interino, el equipo perdió su invicto en condición de local ante Douglas Haig, resultado que lo relegó a la quinta ubicación de la tabla de posiciones de la Zona A del campeonato.
En el receso, se anunció la contratación de un viejo conocido, Claudio Marini. El técnico ya dirigió a Boca Unidos en la ex B Nacional, en dupla con Luis Medero, aunque esta vez el “Cabezón” comandará sólo al aurirrojo. Marini, quien asumirá el viernes junto con su cuerpo técnico, tendrá la misión de ordenar a un equipo que mostró en la última parte del año su peor versión. Y para eso tendrá casi un mes de trabajo de pretemporada, con un compromiso oficial por la etapa preliminar de la Copa Argentina ante San Martín de Formosa.
Luego vendrá la segunda rueda de la etapa clasificatoria, donde Boca Unidos luchará por ubicarse en las primeras seis posiciones de la tabla, para así jugar la etapa final del certamen. Ya no estarán el “Chino”, José Vizcarra, quien decidió continuar su carrera en el fútbol salvadoreño, y el arquero paraguayo José Aquino, quien al cierre de esta edición se aprestaba a firmar su desvinculación, a raíz de que sabía de antemano que ya no sería considerado titular.
Como refuerzo, deberá llegar un arquero de jerarquía, talón de Aquiles de cualquier equipo. Si el cupo no se extiende a tres jugadores, la otra posición que tendrá que cubrirse es un delantero con poder de gol, aunque el nuevo técnico también pretende un defensor central. Con la competencia, se verá si el golpe de efecto que se buscó dar con el cambio de técnico da resultados. Mucho también tendrán que ver los refuerzos que lleguen, y cómo se adaptan al plantel.
Por antecedentes y futbolistas, Boca Unidos tiene la obligación de luchar por un ascenso. La empresa no será sencilla, ya que los clubes participantes han mostrado una gran paridad en la primera rueda, y nada indica que esta condición cambiará. Allí tendrá que aparecer el equipo para buscar coronar el ansiado objetivo de volver a la Primera Nacional.
Fuente: Diario El Litoral
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Para muchos fue sorpresa, para otros no tanto. La decisión de la dirigencia de Boca Unidos de cambiar de timonel en medio del río, y a mitad de la competencia, generó una serie de controversias, a favor y en contra de lo resuelto.
El club decidió prescindir de los servicios del director técnico, Daniel Teglia, una fecha antes de que finalice la primera parte del torneo Federal A, tras la derrota sufrida en condición de visitante frente a Defensores de Pronunciamiento, a pesar de que el equipo se encontraba en puesto de clasificación para la etapa final del certamen.
El conjunto aurirrojo declinó ostensiblemente su rendimiento futbolístico. Perdió cuatro partidos consecutivos de visitante, en los que recibió 13 goles, y sólo marcó 4. Tan cierto como que los dirigentes, alertados desde mucho antes por algunos futbolistas, comenzaron a objetar la forma de trabajo del cuerpo técnico.
Mientras los vientos eran favorables, se extendió la cuerda de Teglia. Pero una vez que los resultados dejaron de acompañar, se resolvió cortar con el ciclo del técnico. Para colmo, en el último partido del año, ya con Roberto Marioni como DT interino, el equipo perdió su invicto en condición de local ante Douglas Haig, resultado que lo relegó a la quinta ubicación de la tabla de posiciones de la Zona A del campeonato.
En el receso, se anunció la contratación de un viejo conocido, Claudio Marini. El técnico ya dirigió a Boca Unidos en la ex B Nacional, en dupla con Luis Medero, aunque esta vez el “Cabezón” comandará sólo al aurirrojo. Marini, quien asumirá el viernes junto con su cuerpo técnico, tendrá la misión de ordenar a un equipo que mostró en la última parte del año su peor versión. Y para eso tendrá casi un mes de trabajo de pretemporada, con un compromiso oficial por la etapa preliminar de la Copa Argentina ante San Martín de Formosa.
Luego vendrá la segunda rueda de la etapa clasificatoria, donde Boca Unidos luchará por ubicarse en las primeras seis posiciones de la tabla, para así jugar la etapa final del certamen. Ya no estarán el “Chino”, José Vizcarra, quien decidió continuar su carrera en el fútbol salvadoreño, y el arquero paraguayo José Aquino, quien al cierre de esta edición se aprestaba a firmar su desvinculación, a raíz de que sabía de antemano que ya no sería considerado titular.
Como refuerzo, deberá llegar un arquero de jerarquía, talón de Aquiles de cualquier equipo. Si el cupo no se extiende a tres jugadores, la otra posición que tendrá que cubrirse es un delantero con poder de gol, aunque el nuevo técnico también pretende un defensor central. Con la competencia, se verá si el golpe de efecto que se buscó dar con el cambio de técnico da resultados. Mucho también tendrán que ver los refuerzos que lleguen, y cómo se adaptan al plantel.
Por antecedentes y futbolistas, Boca Unidos tiene la obligación de luchar por un ascenso. La empresa no será sencilla, ya que los clubes participantes han mostrado una gran paridad en la primera rueda, y nada indica que esta condición cambiará. Allí tendrá que aparecer el equipo para buscar coronar el ansiado objetivo de volver a la Primera Nacional.
Fuente: Diario El Litoral
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